Mucho se habla en estos días de la prácticamente inmediata llegada de la vacuna definitiva contra la COVID-19, se estima que a finales de este año, o principios del 21. De lo que no se habla tanto es de su seguridad y su eficacia, ni de lo que nuestros políticos están haciendo detrás del telón mediante precipitados y siniestros acuerdos, para endeudar países, para vacunar masivamente a la población con organismos modificados genéticamente, derogando temporalmente las reglas sobre ensayos clínicos que protegen a las personas sin respetar el principio de precaución, controlando la información y escondiendo datos a la ciudadanía, y todo ello, privilegiando y protegiendo a la farmafia, promocionando gratuitamente sus productos y liberándola de cualquier responsabilidad futura. De todo esto hablaremos en este post, pero antes de profundizar merece la pena enumerar algunos conceptos.
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